El celacanto evolucionó y apareció hace 377 millones de años. A juzgar por la estructura ósea, es similar a los vertebrados terrestres actuales. Las aletas son equivalentes a las extremidades de los vertebrados. La columna se extiende desde el cuello hasta la punta de la cola, lo que les permite respirar aire. Gracias a los fuertes huesos de las aletas de su abdomen, pueden vivir en tierra durante cortos períodos de tiempo sin necesidad del océano. A medida que este comportamiento aumenta, se adaptan cada vez más al medio marino. Con el tiempo, uno de ellos se adaptó completamente a la vida terrestre, y algunos vertebrados terrestres evolucionaron y otros continuaron sobreviviendo.
Alguna vez se pensó que el celacanto estaba extinto, pero desde entonces se ha descubierto en algunas aguas. Los delfines son mamíferos marinos que respiran con pulmones similares a los humanos. Sin embargo, la estructura ósea y la distribución de las aletas no están estrechamente relacionadas con las extremidades humanas actuales y no han aparecido en la Tierra desde hace mucho tiempo, sólo decenas de millones de años. Algunos de ellos tienen un comportamiento similar al de los humanos porque tienen cerebros inteligentes y una alta proporción cerebro-cuerpo. Son una de las especies más inteligentes de la tierra además de los humanos, pero todavía están lejos de los humanos, pero la evolución de las especies llega al mismo objetivo por caminos diferentes. Sin fuerza absoluta, los delfines compiten con otras especies por velocidad de nado, coeficiente intelectual, etc.
La estructura y función de los organismos de la Tierra son compatibles. Si existe un alto grado de similitud en la estructura corporal entre ciertas especies, puede indicar que están más estrechamente relacionadas. Por ejemplo, todos los mamíferos actuales tienen órganos internos, estructuras esqueléticas y procesos de desarrollo embrionario similares. Esta es la característica del celacanto. Los científicos creen que son los antepasados de los vertebrados actuales, y el redescubrimiento del celacanto vivo ha sido aclamado como el mayor descubrimiento biológico del siglo XX. Aunque las personas no deben olvidar sus raíces, es mejor centrarse en la vida actual.