El concepto de trabajadores de primera fue propuesto por el famoso empresario estadounidense y padre de la gestión científica. Los trabajadores de primera clase deben cumplir dos condiciones: primero, tener la capacidad de realizar un determinado trabajo; segundo, estar dispuesto a realizar este tipo de trabajo.
Para mejorar la productividad laboral, se deben seleccionar "trabajadores de primera" para este trabajo. Taylor, el llamado trabajador de primera clase, cree que "todo tipo de trabajador puede encontrar algún trabajo que lo convierta en de primera clase, excepto aquellos que son perfectamente capaces de realizar el trabajo pero no están dispuestos a hacerlo".
En Al establecer cuotas de trabajo, Taylor utilizó "el ritmo al que un trabajador de primer nivel puede mantener una vida larga sin dañar su salud". Esta velocidad no se basa en actividades repentinas o tensiones continuas, sino en la capacidad del trabajador para mantener la velocidad normal durante un tiempo prolongado.
La responsabilidad del directivo es encontrar el trabajo más adecuado para el empleado, formarle para que sea un trabajador de primera y motivarle a dar lo mejor de sí.
Frederick Winslow Taylor (1856-1915), un famoso economista y científico de gestión estadounidense, es conocido como el "padre de la gestión científica" por las generaciones posteriores. Su obra representativa es "Principios de la gestión científica".