Sin querer, es decir, rompiendo accidentalmente un plato, se dan las siguientes situaciones y sus correspondientes señales:
1. Que se caiga un plato en la mesa del comedor es una sorpresa inesperada. La explicación es: lo viejo y lo nuevo se alternan, y luego comen.
2. Si rompes los platos al limpiarlos, las cosas, propiedades e intereses que mereces pueden perderse o no obtenerse en absoluto por diversas razones.
3. Si rompes los platos mientras los lavas, puedes contraer una enfermedad leve, como un resfriado.
4. Cuando rompes platos, tazas, cuencos, etc., a la gente le suceden cosas desagradables. Durante los periodos en los que no cenas, por ejemplo, bebe té y come semillas de melón.