"Por quién doblan las campanas" de Hemingway

Nadie es una isla y no puede estar solo. Cada uno es un pedazo del continente, una parte del todo. Si un pedazo de él es arrastrado por el mar, Europa se hará más pequeña, como un cabo que pierde una esquina. Al igual que perder un pedazo de tu amigo o de tu propio territorio, la muerte de cualquiera es mi pérdida porque soy miembro de la raza humana. Así que no preguntes por quién doblan las campanas, doblan por ti.