La Guerra de los Siete Años y la Guerra de Independencia contra Estados Unidos consumieron gravemente los recursos financieros del gobierno francés. A finales de 2018, el gobierno francés estaba muy endeudado. Al mismo tiempo, se produjo una grave hambruna en Francia. Las malas cosechas provocaron una grave escasez de alimentos y la mayoría de los civiles se enfrentaron a una crisis de supervivencia. En vísperas de la Revolución Francesa, existía una grave división entre ricos y pobres. Francia era muy pobre en aquella época, tanto para la mayoría de la población civil como para el gobierno francés. Pero Luis XVI y su esposa vivieron en el magnífico Palacio de Versalles y vivieron una vida lujosa. La gente común pasaba hambre, pero la familia real y los nobles eran muy ricos. Porque los agricultores necesitan cultivar en las propiedades de los nobles y pagar sus cosechas, mientras que los nobles no necesitan pagar impuestos. Esto llevó a que la gente común viera gradualmente a las clases privilegiadas, como los nobles y los sacerdotes, como parásitos de la sociedad francesa.
La Revolución Francesa fue una revolución burguesa. La burguesía mantuvo en alto la bandera de "libertad, igualdad y racionalidad" y lanzó un movimiento antifeudal y antiprivilegios. La revolución fue generalizada y arrolladora. Involucró a todas las clases y destruyó más de 1.000 años de monarquía francesa. Minimizó el poder autocrático, estableció un sistema político republicano democrático y sacudió las monarquías autocráticas de otros países europeos. La Revolución Francesa fue la revolución más grande, intensa y de mayor alcance en Europa.
La importancia de esta revolución es que la Revolución condujo a la emancipación de las mujeres francesas. La Revolución planteó la exigencia de igualdad entre hombres y mujeres, y poco a poco fue apareciendo en la sociedad el término "ciudadana", lo que demostró que las mujeres tenían los mismos derechos políticos que los hombres. La Gran Revolución reformó las leyes matrimoniales y de herencia y ajustó los derechos civiles, lo que recibió una respuesta positiva. El gobierno francés ajustó la ley matrimonial en 1792 para garantizar que hombres y mujeres tuvieran los mismos derechos de herencia y que los derechos de propiedad de las mujeres también estuvieran protegidos. Tuvo una gran influencia en el posterior movimiento feminista en el país.