El tiempo es como grava, fluye silenciosamente en los intervalos de los años; una perla, que une vidas juveniles; el tiempo es como una estrella fugaz, que cruza el cielo nocturno durante la temporada de flores, convirtiéndose en la imagen más brillante e inolvidable de la juventud.
-Inscripción
Ese día de primavera, cuando de repente el clima se volvió cálido pero luego frío, el cansado atardecer en el punto crítico del horizonte desvanecería el resplandor que cubría el suelo. poco a poco. Llevamos nuestras mochilas y caminamos de regreso a casa desde la escuela, pensando en la tarea o en algunos problemas difíciles de matemáticas, y esperando un mañana que nunca llegará.
En ese momento, me detuve inconscientemente y de repente miré una begonia plantada en una esquina del campus. En primavera, la temporada de brotación, este árbol al que aún no le han salido hojas nuevas está trabajando duro para brotar nueva vida. Si miras con atención, todavía quedan tiernos brotes verdes. Mirando la hierba encontré rastros de vida. En este campus, hay rastros de primavera por todas partes. Una brisa sopló sobre mi mejilla y me levantó el cabello. El sol se estaba poniendo y la tenue luz envolvía cálidamente mi cuerpo. El suelo es la sombra que dibuja el sol y la falda vuela. Al escuchar a la gente que regresaba a casa de la escuela, de repente cerré los ojos y de repente sentí que la vida debería ser hermosa.
El sol brillaba sobre mi cabello y vagamente escuché a alguien decir mi nombre. En este momento, debe ser mi compañero de clase. Dándome la vuelta y respondiendo alegremente, corrí hacia ellos también. En ese momento, los dos corazones jóvenes se acercan cada vez más y podemos sentir que todo lo que trae la juventud y la vida es tan real. Cuando nos tomamos de la mano y avanzamos juntos, hay una suave brisa a nuestro alrededor y bajo nuestros pies está la tierra infinita que está preñada de una vitalidad creciente. El tenue color dorado aún no se ha desvanecido... Todo esto está congelado en el tiempo contra el fondo dorado, dejando a la juventud con futuro, expectativa y eternidad.
En innumerables noches silenciosas, cuando miraba aturdido la Estrella Polar, aquel día primaveral reaparecía ante mis ojos. Ese viento, ese árbol, esa hierba, esa persona, esa luz... ese cuadro fue tallado en la eternidad por el tiempo. El color de la juventud se llama la eternidad de la "vida".
Aquella tarde de primavera, como una estrella fugaz, cruzó el cielo nocturno de la memoria. La amistad y la sencilla belleza que trae la juventud no cambiarán de color por la altura del cielo o el espesor de la tierra, aunque no haya una espera eterna.