De acuerdo con la "Ley de Protección de Menores" y otras leyes y reglamentos pertinentes, los menores que cometen delitos deben ser educados, reformados y corregidos basándose en el principio de la educación como pilar y el castigo como complemento. .
Específicamente, los abusadores de menores podrán ser castigados de la siguiente manera:
1. Recibir una advertencia de la escuela, un demérito y libertad condicional.
2. Educación y disciplina de los padres, así como consulta y tratamiento psicológico.
3. Si se trata de un delito penal, la policía puede investigarlo y estar sujeto a sanciones legales. Dependiendo de la gravedad del delito, puede enfrentar detención administrativa, educación disciplinaria, educación residencial, libertad condicional juvenil, prisión juvenil y otras sanciones.
Cabe señalar que el desarrollo físico y mental de los menores no es lo suficientemente perfecto, y es necesario educarlos y castigarlos de manera relativamente suave, centrándose en la orientación y la corrección. Por ello, ante el acoso escolar se deben tomar diversas medidas de prevención e intervención desde las familias, los centros educativos y la sociedad para evitar que incidentes similares vuelvan a ocurrir. Ya sean sanciones disciplinarias escolares o sanciones legales, se basan en el principio de complementar el castigo y dar prioridad a la educación, con el objetivo de guiar a los abusadores menores a darse cuenta de sus errores y reconstruir valores y códigos de conducta correctos. Al mismo tiempo, se debe dar una respuesta justa a las víctimas y a la sociedad para garantizar la seguridad y el orden en el campus.