Clase de entrenamiento de alemán en Luoyang

Todo el mundo está familiarizado con "feliz pero sin pensar en Shu", ¿verdad? Se trata de Liu Chan, el difunto gobernante de Shu Han durante el período de los Tres Reinos. Cuando el ejército Wei entró en Sichuan, Liu Chan se rindió y fue enviado a Luoyang. Sima Zhao lo nombró Duque de la Felicidad, le dio una casa, una asignación mensual y cien sirvientes. Liu Chan hizo un viaje especial para agradecerle y Sima Zhao organizó un banquete con cantos y bailes en su honor. Cuando sonó la música de Shu, los veteranos de Shu recitaron la tristeza por la desaparición del país y todos rompieron a llorar. Liu Chan, por otro lado, es insensible y ridículo. Dijo Sima Zhao, y luego le preguntó a Liu Chan: "¿Quieres a Shu?" Liu Chan respondió: "Este lugar es muy feliz. No extraño a Shu".

De esta manera, Liu Chan pasó. El resto de su vida felizmente en Luoyang, y esta hilarante alusión de "no pensar en la alegría" se ha transmitido de generación en generación.

No sólo los antiguos, si la gente de hoy vive demasiado cómodamente y hierve ranas en agua tibia, su voluntad se agotará y se volverán mediocres.

Una persona que siempre ve dramas, juega y mira vídeos después de salir del trabajo tiene una vida completamente diferente a la de una persona que va a la biblioteca, asiste a clases de entrenamiento o va al gimnasio después del trabajo.

Lo opuesto a la comodidad es la lucha. La vida requiere lucha, y los resultados de luchar y no luchar son completamente diferentes. Sólo manteniendo una actitud de lucha nuestras vidas podrán ser maravillosas.

Zhang Haidi, de cinco años, quedó parapléjico debido a un hemangioma espinal. Estudió mucho, completó todos los cursos de la escuela primaria y secundaria, aprendió por su cuenta inglés, japonés, alemán y esperanto, y también tomó materias optativas. cursos a nivel universitario y de posgrado. Tiene una discapacidad física y una voluntad fuerte, y se la conoce como la "Paul contemporánea".

La comodidad está de moda por un tiempo, pero el precio de la comodidad es enorme. Sin cultivo y siembra, por muy fértil que sea el suelo, ningún cultivo puede crecer, por mucho que trabajes y crees, por muy hermosa que sea tu juventud, no se pueden producir frutos;

¡Esfuérzate, joven, no dejes que la comodidad consuma tu voluntad y arruine tu vida!