El décimo aniversario del terremoto de Wenchuan, ¿todavía recuerdas lo que estabas haciendo ese día?

El 12 de mayo de 2008 (lunes), a las 14:28:04, se produjo un terremoto de magnitud 8 en Wenchuan, Sichuan. El tiempo vuela, han pasado diez años desde el terremoto de Wenchuan. Pero todavía recuerdo claramente que ese día estaba descansando en casa y de repente la noticia estuvo por todo el cielo.

Acababa de empezar a trabajar y en marzo una tos me provocó una enfermedad respiratoria grave. En ese momento, me había tomado permiso para descansar en casa durante casi dos meses. Recuerdo que me sorprendí cuando vi la noticia por primera vez, pero no podía imaginar lo trágico que era.

Después de eso, busqué noticias en casa y leí varios informes todos los días, y derramé lágrimas una tras otra todos los días. Como todavía estaba enferma y leía demasiadas historias tristes, mi antigua migraña volvió a atacar. Aunque mi madre también estaba muy preocupada por el desastre, estaba más preocupada por mi salud. No me dejaba ver fotos de noticias y me dejaba descansar más.

Aunque me ordenaron descansar, seguían viniendo a mi mente algunas escenas de gran amor maternal en "¿Adónde vas?", y lloraba cada vez. Todavía recuerdo cuando encontraron muerta a una madre. Estaba de rodillas con las manos en el suelo, protegiendo a su bebé. Más tarde, el personal descubrió que había un teléfono móvil en la colcha envuelta por el bebé, con un mensaje de texto en su interior: "Querido bebé, si puedes vivir, debes recordar que te amo".

Aunque no lo era, soy madre, pero cuando pienso en lo duro que ha estado trabajando mi madre para su familia y sus hijos, prefiero soportar las dificultades por mí misma y educar a algunos niños. Nunca me quejé. Una persona sólo puede ganarse la vida realizando varios trabajos. Aunque mis abuelos todavía eran jóvenes en ese momento y tenían sus propias carreras y no se preocupaban mucho por nosotros, mi madre aún pagaba el mal con amabilidad, lo cual fue convincente y se convirtió en un modelo a seguir para nosotros.

Cada vez que pienso en ello, no puedo evitar derramar lágrimas. Han pasado diez años y la vida ha mejorado, pero las vidas perdidas y el desastre aún permanecen en los corazones de muchas personas. Esperando un futuro mejor, no más desastres.