Las buenas palabras y frases de Tagore sobre los niños

Las buenas palabras y frases de Tagore sobre los niños son las siguientes:

1. La distancia más lejana del mundo es la distancia entre los peces y los pájaros, uno está en el cielo y el otro. está en lo profundo del mar.

2. Si lloras porque extrañas el sol, también extrañarás las estrellas.

3. No puedo elegir lo mejor, es lo mejor el que me elige a mí.

4. Vi al mundo mal, pero dije que el mundo nos engañó.

5. La florecita duerme en el polvo, y busca el camino de la mariposa.

6. Dios dijo a la gente: “Yo os curo, por eso quiero hacer daño. tú; te amo, así que tengo que castigarte "

7. No hay rastros de alas en el cielo, pero he volado.

8. La distancia más grande del mundo no es que no pueda decir que te extraño, sino que nos amamos pero no podemos estar juntos.

9. La mayor distancia del mundo no es que las ramas no puedan depender unas de otras. Más bien, las estrellas que se miran entre sí no tienen trayectorias que se crucen.

10. La cascada decía: Aunque dar a los viajeros un poco de agua es suficiente, aun así contribuí con toda.

11. La distancia más lejana del mundo no es la trayectoria entre estrellas, sino el hecho de que incluso si las trayectorias se cruzan, no se encuentran en ningún lugar en un abrir y cerrar de ojos.

12. Si no hablas, lo soportaré y llenaré mi corazón con tu silencio. No dejes que tu amor sea puesto en lo alto del precipicio.

13. El corazón es un pájaro en el desierto, y encuentra su cielo en tus ojos. 15 Si lloras porque pierdes el sol, entonces también pierdes las estrellas.

"El camino de los niños" de Tagore

Mientras el niño quiera, puede volar hacia el cielo en este momento. Hay una razón por la que no nos dejó. Le gustaba apoyar la cabeza en el pecho de su madre, aunque no la viera por un tiempo. Los niños conocen una variedad de palabras ingeniosas, aunque pocas personas en el mundo saben lo que significan.

Nunca quiso decir que no fue en vano. Una cosa que tiene que hacer es aprender lo que sale de la boca de su madre. Por eso parece tan inocente. El niño tenía montones de oro y cuentas, pero entró al mundo como un mendigo. No pretendía ser así sin un propósito.