1. El diseño de las actividades de enseñanza de las matemáticas debe centrarse en objetivos y estimular el interés.
A la hora de diseñar actividades de enseñanza de las matemáticas, debemos centrarnos en el objetivo general del desarrollo de los estudiantes. La motivación intrínseca duradera reside en la motivación por objetivos y la atracción de intereses. La motivación intrínseca duradera es que los estudiantes exploren, comparen y se expresen, lo cual es una experiencia placentera. En lugar de mirar al profesor que tienes delante o escuchar a tus compañeros de estudio. Por ejemplo, hay tres actividades didácticas para comprender los círculos: (1) Lanzar sacos de arena - usar líneas para dibujar círculos - usar otras herramientas para dibujar círculos - comprender los compases - usar compases para dibujar círculos - nombres de cada parte, etc. (2) Revisar varias figuras planas - observación - discutir cuántos polígonos tiene un círculo - innumerables polígonos, un lado (de curva a curva) - dibujar un círculo con una línea - dibujar un círculo con un compás - nombre de cada parte, etc. (3) Use una brújula para dibujar el círculo más hermoso (un dibujo, dos, tres comparaciones) - dibuje para presentar la experiencia, el punto no se puede mover, la brújula no puede mover la otra pierna, la fuerza de rotación está en su lugar - los nombres de cada parte: no es necesario dibujar el compás circular. Entre las tres opciones, las opciones (1) y (2) son "inculcar" esos símbolos, conceptos y leyes abstractos directamente en la clase que el profesor encuentre interesantes. La opción (3) es dejar que los estudiantes "hagan" y "pensen" matemáticas por sí solos. Por lo tanto, un diseño docente eficaz debe abordar primero la motivación intrínseca, de lo contrario, todo será en vano.