Hacia el año 3500 a.C., los sumerios inventaron los jeroglíficos. Con el desarrollo de la vida social, a los jeroglíficos les resultó difícil expresar conceptos complejos y abstractos, por lo que los jeroglíficos se convirtieron en ideogramas, que utilizan una combinación de varios glifos como símbolo del significado del lenguaje. Como resultado, aparecieron palabras homofónicas, es decir, palabras que aparecían al mismo tiempo a menudo estaban representadas por el mismo símbolo. De esta manera, los símbolos gráficos sumerios disminuyeron de unos 2.000 en el período inicial a más de 500 después. La escritura sumeria originalmente estaba tallada en piedra, pero debido a que había pocas piedras en Mesopotamia y el papiro no crecía al mismo tiempo, escribieron la escritura en tablillas de arcilla y las dejaron secar. Los copos de barro se pueden almacenar durante mucho tiempo después de secarlos al sol o secarlos al sol. En aquella época, había muchas tablillas de arcilla de este tipo en el gobierno y en los templos, y ahora se pueden ver unas 30.000 de ellas. Posteriormente, esta escritura fue ampliamente utilizada por los babilonios, asirios y persas, y jugó un papel importante en el intercambio y la difusión de la ciencia y la cultura. Escribir y retener palabras en tablillas de arcilla es económico, sencillo y duradero. Esta invención contiene una maravillosa sabiduría práctica.
Los antecedentes históricos de la escritura en pizarra
La escritura cuneiforme es exclusiva de la Mesopotamia en la antigüedad. La gente usaba cañas, palos de madera o palos de hueso con punta triangular como "bolígrafos" para escribir caracteres cuneiformes en tablillas de arcilla. Esta escritura se originó a partir de jeroglíficos.