1. Las montañas son altas y los caminos están lejos.
El grito es una explosión de silencio, y el silencio es una llamada silenciosa, ya sea de emoción o de tranquilidad, rezo, siempre que no sea sordo. Si la distancia me llama, iré a la distancia. Si las montañas me llamaran, caminaría hacia ellas, mis pies estarían desgastados y simplemente dejaría que el sol poniente pintara el camino. Si te rascas las manos, literalmente convertirás las espinas en cucos. No hay camino más largo que unos pies, ni montaña más alta que las personas.
2. Hacia la distancia
Pero los hombres siempre quieren afrontar la distancia. Hacia la distancia es hacer la vida más brillante. Caminando por el camino lleno de baches, los ojos jóvenes están llenos de sueños. y anhelos. Ya sea caminando solos o juntos, que cada paso sea sólido y poderoso. Aprendemos a soportar el dolor y aprendemos a almacenar lágrimas como perlas hasta el día del éxito.
Ese día, aunque sea el vasto océano. Aprendemos a lidiar con malentendidos y a probar el vino amargo de la vida como bebida. No importa cuántos agravios y dificultades atravesemos en la vida, siempre nos levantamos cada mañana con el rostro lleno de energía. Aprendemos a lidiar con los rumores, aprendemos a afrontar las vicisitudes del mundo con calma y calma, "No debemos enojarnos si nos sorprenden sorpresas repentinas sin motivo".
Ésta es nuestra valentía y nuestro logro. Aprendemos a aprovechar el día. La vida es corta y el camino es largo. Apreciamos cada paisaje. Si seguimos caminando, nos convertimos en un paisaje sin parar. Mirando hacia la distancia, de juventud a juventud, de juventud a vejez, hemos pasado de las estrellas al atardecer.