¡Te damos gracias, Madre Tierra! Porque nos dejas disfrutar de la belleza de la naturaleza todos los días: porque nos dejas ver el mundo colorido, porque nos dejas ver el mundo maravilloso; porque nos dejas vivir en la tierra verde, porque nos dejas vivir una vida feliz. una tierra colorida.
Eres tú, Madre Tierra, quien nos permite presenciar montañas majestuosas, montañas majestuosas, montañas altas, montañas escarpadas, montañas escarpadas y subidas y bajadas de montañas. Seamos testigos de la belleza de esta montaña.
Eres tú, Madre Tierra, quien nos permites experimentar el choque de las mareas crecientes, el espectacular amanecer, el silencioso retiro del mar, y el majestuoso impulso de las olas del mar, la fuerza abrumadora del las olas del mar y el rugido furioso de las olas del mar, el enorme poder de las olas del mar: que nuestras almas vuelvan a tener una especie de alivio sin preocupaciones.
¡Tierra, madre! De pie sobre su tierra firme, disfrutamos mucho de los altibajos de los grandes ríos, los tranquilos y hermosos lagos y los interminables arroyos.
De pie en tu vasta tierra, hemos disfrutado de la belleza del cielo azul y las nubes blancas, hemos disfrutado del espléndido paisaje envueltos en ropas rojas y hemos disfrutado de la alegre lluvia del cielo.
¡Tierra! ¡Madre! ¡Tú lo eres todo para nosotros! Porque no podemos prescindir de ti, porque no podemos prescindir de ti, porque no podemos prescindir de ti, porque no podemos prescindir de ti, por eso debemos defenderte resueltamente, para que nunca permitamos que los invasores Invadir, nunca dejes que los saqueadores saqueen, nunca dejes que los ladrones te pisoteen, ¡incluso si estamos vivos!
¡Entonces, Madre Tierra! Debemos amarte, debemos protegerte y nunca permitiremos que nadie te dañe cavando indiscriminadamente, talándote, desperdiciándote o contaminándote. Siempre seremos tus ángeles guardianes, siempre tus protectores.
¡Tierra, madre! ¡Realmente te apreciamos! ¡Realmente te respetamos!
¡Tierra, madre mía!