1. Debemos fortalecer la capacitación de los oficiales de seguridad en las aeronaves y decirles que trabajen duro para garantizar la seguridad de la navegación aérea.
Siempre hay un oficial de seguridad a bordo del avión, y el oficial de seguridad siempre estará observando cuando los pasajeros ingresan al avión. El trabajo del responsable de seguridad comienza con la preparación previa al vuelo. Vigilan de cerca a los pasajeros del avión y también saben si hay algún pasajero en el avión que necesite atención especial. Y pueden desempeñar sus respectivas funciones y capacitar periódicamente a los agentes de seguridad para garantizar al máximo la seguridad y los intereses de los pasajeros.
2. Reforzar la formación de los tripulantes ante emergencias, y difundir en cualquier momento a través de radio el estado de vuelo de las aeronaves.
Ante las emergencias, debe haber personal para atenderlas. En primer lugar, deben mantener la calma y no actuar como pasajeros. Y confortar a los pasajeros e informarles del estado del vuelo del avión en cualquier momento. Incluso si ocurre una emergencia, se debe decir a los pasajeros qué hacer, calmar sus emociones e informarles sobre conocimientos de autorrescate, para garantizar la seguridad del vuelo.
3. Los pilotos de aviones deben ser más responsables, tener una actitud rigurosa y capacidad para pilotar un avión, a fin de garantizar la seguridad de la navegación aérea.
Los pilotos de aviones no pueden abandonar sus puestos, entrar en conflicto con otros asistentes de vuelo de esta manera o pelear en el camino. Esta es una cuestión de ética profesional piloto. Estos pilotos no están cualificados y no deberían contratarse. Se puede decir que la seguridad de toda la aeronave está en manos del piloto. El piloto debe posicionarse y volar la aeronave de la mejor manera.