El primero es el mantenimiento periódico. Un vehículo es una máquina grande con miles de piezas. Cada pieza funciona según el método establecido para asegurar el normal funcionamiento del vehículo. En nuestro uso real, naturalmente, se desgastará. Si no le prestamos atención y no lo solucionamos a tiempo, estos problemas naturalmente tendrán un cierto impacto. Lo más directo es que el consumo de combustible aumentará y el consumo de combustible será mucho mayor. Naturalmente, no podemos recorrer muchos kilómetros por un depósito de combustible. Necesitamos repostar con frecuencia, lo que aumentará el coste de nuestro coche, por lo que debemos desarrollar buenos hábitos de mantenimiento para asegurar el buen estado de nuestro coche y minimizar su consumo de combustible.
En segundo lugar, unos buenos hábitos de conducción. El estilo de conducción de una persona determinará directamente el estado del vehículo y también afectará directamente el consumo de combustible. Si algunos conductores frenan repentinamente, su consumo de combustible será naturalmente alto. Si algunos conductores hacen transiciones suaves y operan de acuerdo con las reglas de uso del vehículo, su consumo de combustible será naturalmente bajo. Por lo tanto, los hábitos de conducción afectarán directamente el consumo de combustible.
Cuando el consumo de combustible disminuya, nuestros gastos serán mejores, por lo que a partir de ahora, ya sea mantenimiento o uso del coche, debemos mantener un buen hábito.