En primer lugar, los occidentalizadores intentaron utilizar algunas de las ventajas del capitalismo occidental para mantener el gobierno autocrático feudal sin tocar el decadente sistema feudal. Esta contradicción entre medios y fundamento hizo que el movimiento de occidentalización estuviera condenado a ser imposible. Al mismo tiempo, el Movimiento de Occidentalización fue obstruido y saboteado por intransigentes de varios lugares, lo que aumentó la resistencia al desarrollo del Movimiento de Occidentalización.
En segundo lugar, las limitaciones de clase de los propios occidentalizadores determinaron que no sólo fueran los fundadores y operadores de la industria moderna, sino también sus destructores y destructores. Su yamen feudal y su burocracia conducirán inevitablemente al fracaso de las empresas de occidentalización.
En tercer lugar, uno de los propósitos del Movimiento de Occidentalización es resistir la agresión extranjera. Sin embargo, al realizar actividades diplomáticas, los occidentalizadores insistieron en la "armonía sin diferencias" e hicieron concesiones y rendiciones con países extranjeros. Las empresas modernas que fundaron tienen la función de resistir la agresión extranjera y "beneficiar a otros", pero no pueden cambiar el estatus social semicolonial y semifeudal de China.
Durante la guerra chino-japonesa de 1894-1894, los objetivos de "superación personal" y "búsqueda de riqueza" anunciados por los occidentalizadores fracasaron, y el movimiento de occidentalización básicamente fracasó.
En cuarto lugar, en ese momento, la mayoría de los chinos sabían poco sobre la occidentalización y sus mentes todavía estaban en la etapa de estar atadas por la ignorancia, la superstición y la ética feudal.
Ilustración: introducir continuamente tecnología avanzada occidental; profundizar la reforma interna y la apertura al mundo exterior; ajustar constantemente las relaciones de producción para adaptarse a la productividad. La construcción actual del socialismo con características chinas debe seguir el materialismo histórico en el que la superestructura marxista es compatible con el desarrollo de las fuerzas productivas, y la reforma del sistema económico y la reforma del sistema político cooperan y se promueven mutuamente.