Existe un dicho que dice que “la agricultura es la base de un país”, lo cual tiene mucho que ver con el por qué las civilizaciones antiguas se originaron en las cuencas de los ríos. Los libros de texto de historia mencionan que cada año ocurren cosas similares al flujo y reflujo de los ríos en las zonas fluviales. Una gran cantidad de ríos aportan suelo fértil al fondo de los ríos, lo que es muy propicio para el crecimiento de los cultivos, promoviendo así la agricultura en esta zona. El desarrollo de la agricultura ha promovido la prosperidad de la historia y la agricultura y, naturalmente, también ha contribuido en gran medida al progreso económico.
¿Cuál es la relación entre los ríos y los humanos? ¿Por qué deberíamos tratar bien los ríos?
La mayoría de las primeras civilizaciones humanas se originaron en grandes cuencas fluviales por las siguientes razones: los grandes ríos tienen suficiente agua de riego y abundantes recursos hídricos, el terreno es llano y la tierra es fértil, propicia para la supervivencia humana; crecimiento de los cultivos y capaz de satisfacer las necesidades básicas de supervivencia de las personas. En las sociedades primitivas, las condiciones de vida eran relativamente pobres. El primer problema que había que resolver era que era fácil extraer agua de los ríos para irrigar, plantar vegetación y criar animales. Con el tiempo, se formó el proceso de un pueblo agrícola a una ciudad industrial.