Hasta que la orilla del río no se ensancha con la marea baja, no hay viento que sople mi vela solitaria.
...la noche da paso a un mar de sol, y el año viejo se funde en frescura.
Por fin puedo enviar a mi mensajero, el ganso salvaje, de regreso a Luoyang.
——Un amarre al pie de la montaña Beipuo por Wang Wan
Un pequeño barco cubierto de rocío flota en la oscuridad, como un ave migratoria en el río Yangtze, en su temporada estacional. viaje Corriendo. Bei Gushan se tiñó el pelo en las ramas, tumbado junto al río contando en silencio la soledad después de la muerte de Qian Fan. Una figura parada en la proa del barco miró hacia la luna y las estrellas, dejando solo una ola de agua azul de manantial, y una leve nostalgia surgió en su corazón.
La lluvia comenzó a caer a lo lejos. En el canal en primavera, las líneas de defensa construidas a ambos lados del río caen paso a paso. El agua tranquila sube por la orilla del río una a una, llenando los pasos tambaleantes de la vida. La amplia superficie del agua suaviza el recuerdo con los dedos del viento. Una vela solitaria cuelga de la ventana de Jiangnan, señalando una bandera al cielo. ¿Quién podrá descifrar la temblorosa lengua de signos?
Un sol rojo asomó un rostro sonriente entre la niebla de la mañana y el mar a lo lejos quedó iluminado por una bola de fuego redonda. Ante la búsqueda de la luz, Ye Can huyó a las profundidades del sueño presa del pánico. Las brillantes expresiones de la primavera aparecen una tras otra bajo el sol. Una precoz flor de durazno sostiene un paraguas rosa en la orilla en febrero. Las semillas que han estado silenciosas durante un invierno, con hermosos anhelos, ahuyentan con valentía el marchitamiento del año viejo.
Los gansos se acicalaron las plumas y emprendieron rumbo hacia el norte. En las afueras de la ciudad de Luoyang, ¿un par de ojos distantes aceptarán estas alas errantes? ¿Está ahora la carta de fin de año sobre el escritorio de papá, para que mamá pueda vivir una vida cálida y práctica?