Ramsey analizó que dado que el helio no se combina fácilmente con otros elementos, existirá de forma independiente en el aire. "Quiero encontrar helio en el aire". Ramsay pensó en utilizar métodos físicos, es decir, condensar el aire a -192 grados Celsius para convertirlo en líquido y separar los gases en el orden de evaporación.
En 1898, Ramsay realizó un experimento una mañana. Pensó que el helio debía evaporarse más lentamente que el oxígeno y el nitrógeno y terminar debajo del contenedor. Por la tarde, Ramsay trató un poco de aire en el fondo del recipiente con oxígeno y nitrógeno, recogió una pequeña burbuja y tomó una fotografía con un espectroscopio. No descubrió el helio, pero aparecieron nuevas líneas espectrales. Llamó a este nuevo elemento "criptón".
Ramsey creía que el helio no quedaba al final, lo que significaba que se evaporaba primero. Esta vez evaporó y fraccionó el aire licuado poco a poco, luego tomó muestras una por una y las examinó con un espectroscopio. Primero descubrió un nuevo elemento y lo llamó neón. De manera similar descubrió el gas raro "xenón".