Caminar con prisa: caminar con prisa se refiere a pasos, y caminar con prisa significa caminar con prisa por algo urgente
Texto sobre el Puente de la Vida al otro lado del Estrecho
El 20 de septiembre de 1999, el sol de la mañana llenó la hermosa ciudad de Hangzhou. Los árboles de osmanthus aún no habían florecido, pero el dulce olor parecía flotar en la brisa de la mañana. Él, Qian Chang, un joven que acababa de cumplir 18 años, yacía tranquilamente en la cama del hospital. La brillante luz del sol no hacía que su pálido rostro se sonrojara. Sufría de leucemia severa y su vida era como una flor en el capullo, enfrentando el peligro de marchitarse antes de florecer. Sólo el trasplante de médula ósea puede hacer que esta flor moribunda de la vida vuelva a florecer. Sin embargo, no es fácil encontrar médula ósea que pueda trasplantarse. Esta médula ósea sólo se puede encontrar en unas cien mil personas no emparentadas. Sin embargo, Qian Chang tuvo suerte, después de muchos giros y vueltas, finalmente encontró esa médula ósea en el cuerpo de un joven taiwanés.
El 21 de septiembre de 1999, un terremoto de magnitud 7,3 sacudió toda la región de Taiwán y el pueblo de Taiwán quedó conmocionado por las réplicas. El Dr. Li Zhong, experto en trasplantes de médula ósea del Hospital Tzu Chi, entró apresuradamente al quirófano. Un joven taiwanés esperaba en su cama de hospital para extraerle la médula ósea.
A pesar de las constantes réplicas, el joven se mantuvo tranquilo y alerta. No resultó herido en el desastre. Pero ¿qué pasa con su familia? Nadie puede saber si estuvo sano y salvo durante la catástrofe de anoche. Pero sabía que al otro lado del estrecho, un joven llamado Qian Chang estaba esperando su médula ósea con una probabilidad entre cien.
Las agujas perforaron la piel y hubo una réplica repentina. La almohada se desprendió de la piel y el Dr. Li tuvo que dejar de trabajar. Quizás, en este momento, todos deberían salir corriendo y salvar sus vidas en un espacio abierto; todo el conocimiento sobre terremotos enseña a las personas a hacer esto. Pero el doctor Lee se puso de pie solemnemente y el joven yació en silencio. Después de repetidos esfuerzos, aprovechando las pausas del terremoto, la médula ósea de los jóvenes taiwaneses finalmente salió de sus cuerpos como una fuente de vida...
Después de más de 10 horas de correr, el Dr. Li se llevó la médula ósea, se apresuró a ir a Hangzhou y realizó una operación de trasplante en Qian Chang durante la noche. Al final, Qian Chang se salvó y los compatriotas de ambos lados del Estrecho de Taiwán construyeron con amor un puente de vida a través del Estrecho de Taiwán.
Quizás Qian Chang y este joven taiwanés nunca se conozcan, pero no importa si pueden encontrarse o no, porque los corazones de los compatriotas de ambos lados del Estrecho de Taiwán están conectados y la sangre y los lazos familiares son como el alma de la vida. El fuego pasará de generación en generación y nunca se apagará.