El tranvía en Beijing se llama "coche Dangdang" porque cuando llega, el conductor pisa la campana de cobre bajo sus pies y hace un sonido "dingdang" para recordar a los peatones que lo eviten, por eso la gente lo nombró el tranvía "Dangdang". En Beijing sólo hay un coche, y cuando hay mucha gente, hay que remolcar un coche extra. El autobús estaba tan lleno que algunas personas no podían entrar. Sólo podían pararse en el borde del vagón con un pie y sujetarse al bastidor del tranvía con ambas manos. Este comportamiento se denomina "compra de billetes".
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