2. Si se descubre que un estudiante ha traído un teléfono móvil al aula, el maestro lo confiscará inmediatamente, lo entregará al personal correspondiente para su gestión unificada y criticará y educará a los estudiantes.
3. Los estudiantes que deban traer sus teléfonos móviles a la escuela deben tomar la iniciativa de entregárselos al personal correspondiente para su gestión unificada; de lo contrario, serán severamente castigados.