La influencia del entorno social. A primera vista, hacer trampa en los exámenes es un fenómeno universitario. Sin embargo, una investigación en profundidad reveló que hacer trampa en los exámenes es un comportamiento social que está indisolublemente ligado a tendencias nocivas en la sociedad: productos falsos y de mala calidad inundan todo el mercado de productos básicos, la gente depende de sus conexiones para hacer las cosas, y hay muchos casos de ello; ilegalidad, apropiación indebida y corrupción entre funcionarios gubernamentales. Se están llevando a cabo varios exámenes de títulos profesionales, organizados por la sociedad en los campus universitarios para encontrar alternativas, etc. Estos fenómenos han tenido un impacto negativo en los jóvenes estudiantes universitarios. La etapa universitaria es un período crítico para la formación de cosmovisión y valores. Los estudiantes universitarios en esta etapa tienen una forma relativamente simple de pensar sobre las cosas, son ciegamente optimistas, tienen un autocontrol débil y se ven afectados fácilmente por el entorno objetivo externo.
Algunos estudiantes ven que otros estudiantes son propensos a hacer trampa en los exámenes, especialmente cuando sus propias calificaciones son muy buenas, por lo que hacen que algunos estudiantes estudien más que aquellos que hacen trampa en los exámenes. Estos estudiantes sintieron que los resultados del examen eran injustos y su mentalidad estaba desequilibrada, por lo que se unieron al equipo de hacer trampa en el examen.
Tratando de salir adelante. Algunos estudiantes se enfrentan al abandono de la escuela después de sólo unos pocos semestres debido a una mala actitud y base de aprendizaje y a bajas calificaciones. En ese momento, ante la presión de la familia y el futuro, intentaron hacer trampa en el examen para escapar del castigo.
La vanidad está presente. Algunos estudiantes suelen tener un muy buen desempeño, algunos son estudiantes clave y otros han recibido becas a lo largo de los años. Hacen trampa en los exámenes no para aprobarlos, sino para conservar honores y premios, obtener puntuaciones más altas y satisfacer su propia vanidad.