Es una pena que no sea la persona elocuente que todo el mundo quiere.
Ese año pasó a toda prisa, y nosotros apresuradamente hicimos una promesa insoportable
Sólo cuando otros la cumplan
No culpes a los chupones por no acumularse en capullos.
Abrazar la hibernación no logra volverse inmortal.
No culpo a esta relación por no tener tiempo para ensayar una y otra vez.
Es hora de arrepentirse de los años de tolerancia y gracia.
Si no puedes tener los ojos rojos cuando nos despedimos, ¿aún puedes tener la cara roja?
Igual que el hermoso rumor de que estábamos juntos a toda prisa.
Si todavía vale la pena recordar el pasado, no lo dejes ir demasiado pronto.
¿Quién quiere hacer esto, sin contacto ni vínculo entre ellos?
Nos debemos unos a otros, si no, ¿para qué molestarnos?
Con tanta prisa, hemos visto muy poco del mundo y sólo nos gusta ver la misma cara.
Tan inexplicable, tan entrañable, y al mismo tiempo tan molesto.
Merecemos estar ansiosos cuando estamos enamorados, porque no entendemos los compromisos obstinados.
Es solo el prólogo de una ruptura
No es de extrañar que hiciera demasiado frío ese día, mis lágrimas se convirtieron en hielo.
La brisa primaveral no soplaba en las fotos heladas.
No culpo a nadie por no amarlos por completo.
Es el suspenso de ser bien intencionado e incompleto con el paso de los años.
Si no puedes tener los ojos rojos cuando nos despedimos, ¿aún puedes tener la cara roja?
Al igual que los hermosos rumores de que estábamos juntos a toda prisa.
Si todavía vale la pena apreciar el pasado, no lo dejes ir demasiado pronto.
¿Quién quiere hacer esto, sin contacto ni vínculo entre ellos?
Si no puedes tener los ojos rojos cuando nos despedimos, ¿aún puedes tener la cara roja?
Al igual que los hermosos rumores de que estábamos juntos a toda prisa.
Si todavía vale la pena apreciar el pasado, no lo dejes ir demasiado pronto.
¿Quién quiere hacer esto, sin contacto ni vínculo entre ellos?
Nos debemos unos a otros.
Debemos romper los grilletes