Era una mañana de martes de mayo. Nuestra maestra de repente nos dijo que un estadounidense nos daría lecciones de inglés. Entonces entró un joven. Nos recordó en inglés y luego comenzó la clase. Esto es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados. Nos enseñó varias canciones en inglés durante la clase, jugó con nosotros y nos ayudó a representar conversaciones. No nos enseñó las reglas de la gramática inglesa ni nos hizo hacer ejercicios escritos extensos. No habla nada en serio. Siempre tuvo una sonrisa para cada uno de nosotros. Los tiempos felices siempre duran poco. Antes de darme cuenta, la salida de clase había terminado. Nos tomamos una foto con nuestra profesora estadounidense en el aula.
Nunca olvidaré su sonrisa, sus canciones y todo lo que hacía en clase. Tomé muchas, muchas clases en la escuela. Entre ellos, el que más me impresionó fue un joven profesor estadounidense.
Era una mañana de martes de mayo, y de repente la profesora nos dijo que un profesor americano nos iba a dar una clase de inglés. Entonces vino un joven. Nos saludó en inglés y comenzó la clase. Su clase era muy diferente a nuestras clases anteriores. A lo largo de la clase, nos enseñó algunas canciones en inglés, jugó con nosotros y representó un diálogo. No nos enseñó gramática ni nos hizo hacer muchos ejercicios escritos. No habla nada en serio. Siempre tuvo una sonrisa para cada uno de nosotros. Los momentos felices siempre duran poco, la clase está por terminar. Nos hicimos una foto con la profesora americana en el aula.
Nunca olvidaré su sonrisa, las canciones que cantaba y todo lo que hacía en clase. He tomado muchas clases en mi vida escolar. Uno de los discursos más memorables lo pronunció un joven estadounidense.
En su clase, el profesor americano ni nos enseñó reglas gramaticales inglesas ni nos hizo hacer muchos ejercicios escritos. Simplemente jugó con nosotros, nos enseñó algunas canciones en inglés y nos ayudó a representar nuestros diálogos. Lo más importante es que no se lo toma en serio. Siempre tuvo una sonrisa para cada uno de nosotros. Esto es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados. Sin embargo, lo extraño es que todos los estudiantes dominaron lo aprendido en clase.
Nunca olvidaré su sonrisa, sus canciones y todo lo que hacía en clase. Tomé muchas, muchas clases en la escuela. Entre ellos, la clase de un joven profesor estadounidense fue la más inolvidable.
En clase, los profesores americanos ni nos enseñaban gramática ni nos obligaban a hacer muchos ejercicios escritos. Simplemente jugó con nosotros, nos enseñó algunas canciones en inglés y nos mostró un diálogo. Lo más importante es que no hablaba nada en serio y siempre tenía una sonrisa para cada uno de nosotros. Su clase no se parecía en nada a nuestras clases anteriores, pero extrañamente todos los estudiantes dominaron lo que aprendieron en clase.
Nunca olvidaré su sonrisa, las canciones que cantaba y todo lo que hacía en clase.
¿Está bien?