Si los padres obligan a sus hijos a hacer los deberes, los niños pueden desarrollar una mentalidad rebelde y no estar dispuestos a estudiar mucho en el futuro. Pero los padres pueden dejar que sus hijos sientan la presión de la sociedad y hacerles saber lo doloroso que es trabajar duro. Cuando los niños comprendan que se sienten cómodos estudiando, estudiarán mucho. Por lo tanto, los padres pueden dejar que sus hijos sientan la diferencia entre estudiar y trabajar. Con el tiempo, los niños tomarán la iniciativa de volver a estudiar.
Este tipo de educación puede hacer que los niños sientan el arduo trabajo de ganar dinero y, al mismo tiempo, hacerles saber lo cansados que están sus padres del trabajo. Una vez que los niños lo experimenten por sí mismos, tendrán una actitud más sensata y no gastarán dinero imprudentemente en el futuro. Al mismo tiempo, los niños también saben que si no estudian mucho, es posible que tengan que recoger basura en el futuro, de modo que tomen la iniciativa de aprender en lugar de que sus padres los obliguen a aprender.
El editor cree que además de dejar que los niños se sientan basura, los padres también deben darles un ejemplo correcto delante de sus hijos. Por ejemplo, no lleve siempre a sus hijos a ver televisión y no juegue siempre con su teléfono móvil delante de sus hijos. Los padres deben enseñar a sus hijos con el ejemplo. Los padres pueden llevar a sus hijos a realizar algunas actividades prácticas y aumentar sus conocimientos en diversos aspectos. Con el tiempo, los niños tomarán la iniciativa de recibir estas cosas. Este tipo de educación es la forma más factible.