Las personas que estudiaban ciencias en aquella época creían en Aristóteles y consideraban las palabras de este filósofo griego hace más de 2.000 años como una verdad inmutable. Si alguien duda de Aristóteles, la gente lo culpará: "¿Qué quieres decir? ¿Es necesario violar la verdad humana?"
Aristóteles dijo una vez: "Dos bolas de hierro, una pesa 10 libras y la otra pesa 10 libras, y caen desde una altura al mismo tiempo. El peso de 10 libras debe caer al suelo primero, y la velocidad es 10 veces mayor que la del peso de 10 libras." Esta frase hizo sospechar a Galileo. Pensó: Si esta frase es correcta, entonces si se atan dos bolas de hierro, la más lenta ralentizará a la más rápida, y la velocidad de caída debería ser más lenta que la de la bola de hierro de 10 libras, pero si se atan dos bolas de hierro; son Si las bolas de hierro se consideran en su conjunto, entonces su peso es de 11 libras y deberían caer más rápido que la bola de hierro de 10 libras. Por tanto, de un mismo hecho se pueden sacar dos conclusiones opuestas. ¿Cómo explicar esto?
Galileo repitió muchos experimentos con este problema y los resultados demostraron que la afirmación de Aristóteles era realmente errónea. Dos bolas de hierro de diferentes pesos se dejan caer desde una altura al mismo tiempo y siempre golpean el suelo al mismo tiempo. La velocidad a la que cae la bola de hierro no tiene nada que ver con su peso. Galileo tenía entonces sólo 25 años y ya era profesor de matemáticas. Anunció los resultados del experimento a los estudiantes y anunció que llevaría a cabo un experimento público en la Torre Inclinada de Pisa.
La noticia se difundió rápidamente. Ese día, mucha gente se reunió alrededor de la torre inclinada para ver quién era el ganador de esta pregunta: ¿el antiguo filósofo Aristóteles o el joven profesor de matemáticas Galileo? Algunos dijeron: "Este joven es tan valiente. ¡En realidad quiere tener problemas con Aristóteles!" Algunos dijeron: "Perderá su terquedad después de un tiempo. ¡Los hechos son despiadados y lo avergonzarán!"
Galileo apareció en la cima de la Torre Inclinada. Sostenía una bola de hierro de 10 libras en su mano derecha y una bola de hierro de 1 libra en su mano izquierda. Las dos bolas de hierro se soltaron al mismo tiempo y cayeron. El cielo pasó Después de un rato, la gente alrededor de la Torre Inclinada no pudo evitar gritar de sorpresa, porque todos vieron dos bolas de hierro caer al suelo al mismo tiempo, tal como dijo Galileo. Sólo entonces todos se dieron cuenta de que era. no tan grande como Aristóteles. Lo que dijo el filósofo es correcto.