La fabricación de cazas furtivos es un proyecto de integración de sistemas enorme y complejo, y también es un reflejo de la fuerza nacional integral de un país. Un avión incluye radar, aviónica, materiales furtivos, energía, armas y otros subsistemas. Cada sistema es un proyecto enorme y integrar cada sistema es aún más difícil. Es difícil lograr esto sin una fuerza nacional fuerte e integral. Corea del Sur, Turquía e India afirmaron haber construido aviones de cuarta generación, pero solo produjeron planos. El avión de combate Shinshin de fabricación japonesa afirmaba ser un avión de combate de quinta generación, pero resultó ser solo una verificación técnica y una moneda de cambio cuando quería comprar un avión de combate a los estadounidenses. Japón todavía está muy avanzado en muchas áreas de la fabricación de aviones de combate. Algunos componentes clave del caza furtivo estadounidense son proporcionados por Japón, pero debido a la falta de capacidades completas de fabricación de máquinas y de integración de sistemas, solo se puede abortar.
El desarrollo del J-20 no sólo puede promover el desarrollo de la industria manufacturera militar, sino también promover el desarrollo de la economía civil. Las tecnologías avanzadas del mundo a menudo se utilizan por primera vez en el campo militar, como computadoras, Internet, GPS, etc. , los beneficios económicos que genera su aplicación en el ámbito civil son inconmensurables. La producción del J-20 tiene requisitos cada vez más altos para motores de alto rendimiento, y el motor turbofan desarrollado para el J-20 no está lejos del ensamblaje. Definitivamente será una gran referencia para la futura producción de motores civiles. El J-20 es más que un simple avión de combate. Para China, que se está poniendo al día con la fabricación de aviación avanzada del mundo, su papel no puede explicarse por el avión en sí.