Por supuesto, a veces sucede lo inesperado. Por ejemplo, una persona joven y sana puede verse implicada en un accidente de tráfico y perder repentinamente ambas piernas. Pero eso no significa que no pueda cambiar su trágico destino. Las siguientes razones pueden explicar mi preferencia.
La razón principal es que los humanos tenemos inteligencia y ambición, lo que nos permite vencer las dificultades. Un buen ejemplo para ilustrar es que muchos héroes, como Zhang Haidi, lucharon con éxito contra su destino. Dios, en cambio, sólo ayuda a quien se ayuda a sí mismo. En resumen, pase lo que pase, debemos tener confianza en nosotros mismos y ser leales a nosotros mismos.