Quizás la persona más interesante que he conocido fue un profesor italiano de filosofía que enseñaba en la Universidad de Pisa. La última vez que vi a este hombre fue hace ocho años y no he olvidado sus cualidades. Primero que nada, respeto su estilo de enseñanza. Como sus conferencias siempre estaban bien preparadas y explicadas con claridad, los estudiantes se agolpaban en su salón de clases. A sus seguidores les encantó lo que enseñó. Además, explica sus ideas de forma única, presentando ayudas exitosas como la pintura, la música y conferencias invitadas. Una vez cantó una canción en clase para ilustrar un punto. ___43___, lo admiro por hablar con los estudiantes fuera del aula o por teléfono. Fácilmente se hace amigo de los estudiantes mientras toman un café en una cafetería. A veces invitaba a algún estudiante a jugar al ajedrez. ___46___, se unía a grupos de estudiantes para discutir una variedad de temas: agricultura, buceo y matemáticas. Muchos jóvenes lo visitaron en su oficina durante el estudio de 48 días; otros fueron a su casa para veladas sociales. Finalmente, me conquistó su vívido sentido del humor. Creía que ninguna clase era exitosa en la que estudiantes y profesores tuvieran al menos un momento sonoro. Gracias a su sentido del humor, hizo que el aprendizaje fuera más interesante y duradero. Si la vida hace sonreír a la gente inteligente y llorar a los estúpidos, entonces mi amigo es realmente un hombre inteligente.
Este es el Volumen Nacional 4 de 2004.
36~40 AB D CA 41~45 BCB D A
46~50 CBDCD 51~55 CABDC