La historia registrada de China comienza en el siglo XV a.C., cuando la dinastía Shang comenzó a utilizar marcas, que evolucionaron hasta convertirse en los caracteres chinos actuales. Las marcas en el caparazón de la tortuga recuerdan la escritura de la antigua dinastía Shang de China, un período que, según la datación por carbono, se remonta al 1500 a.C. Generalmente se acepta que el año 221 a. C. es el año en que China se unificó bajo un gran reino o imperio. Ese año, Qin Shihuang unificó China por primera vez. Las sucesivas dinastías en la historia china desarrollaron una burocracia que permitió a los emperadores chinos controlar territorios cada vez más grandes, culminando en las dinastías mongol Yuan y Manchú Qing.
La visión tradicional de la historia china es que el país alternó períodos de unidad política y fragmentación, y en ocasiones estuvo dominado por grupos étnicos extranjeros, la mayoría de los cuales fueron asimilados por la población Han. Las influencias culturales y políticas de muchas partes de Asia se fusionaron a través de olas de inmigración, expansión y asimilación para crear la cultura china.