Aunque el sistema nervioso de las medusas es relativamente simple, también responden a los cambios ambientales y muestran ciertas conductas de aprendizaje. Por ejemplo, algunas investigaciones sugieren que las medusas pueden aprender mediante prueba y error, adaptándose gradualmente y aprendiendo a evitar estímulos adversos. Además, las medusas también pueden cambiar la dirección de su nado agitando sus tentáculos para adaptarse a los cambios del entorno.
Aunque las medusas no son tan complejas como el cerebro de los mamíferos, transmiten señales a través de células nerviosas para completar su conducta de caza y muestran ciertas conductas de aprendizaje para adaptarse a los cambios del entorno.