Tres ámbitos de la cultura del agua, la cultura del agua y el origen del ser humano. Según Cassirer, en las primeras explicaciones mitológicas del universo siempre podemos encontrar una antropología primitiva y una cosmología primitiva una al lado de la otra: el origen del mundo y el origen de la humanidad son inseparables. Este estudioso, reconocido por los círculos académicos occidentales como el más importante de este siglo, en realidad reveló un fenómeno cultural llamativo: el mundo y las personas tienen el mismo origen.
Como elemento natural y soporte de la vida, el agua parece haber tenido un vínculo indisoluble con la vida humana e incluso con la historia cultural con su conexión natural desde el principio. Si observamos los orígenes de la cultura mundial, es el creciente río Nilo el que dio origen a la espléndida civilización egipcia antigua, y el ascenso y caída del río Éufrates obviamente afectó el ascenso y caída del Reino de Babilonia. El entorno natural a lo largo del mar Mediterráneo obviamente creó la cuna de la antigua cultura griega y romana, mientras que los dos grandes ríos que fluyen hacia el este, el río Amarillo y el río Yangtze, alimentaron la extensa y profunda cultura de las Llanuras Centrales y la espléndida cultura Chu.
El agua, con su esencia de cosmología primitiva, ha penetrado en la conciencia profunda del pensamiento cultural humano. A lo largo de la historia, con la evolución de los seres humanos y su comprensión de la naturaleza, esta se ha sublimado del nivel material al reino espiritual.