——Yuan Mei
Qiu Lin está vacío y fragante, pero si hay fragancia, llegará al bosque. Xiaoman y su nariz estaban rodeados de ataques, ataques repetidos. Aunque el pulso esté lejano, la sensación es única. Me sorprende, pero este es Lan Fang y no es el momento adecuado para abrirlo, así que ¿por qué no saberlo?
Yan Yu entró en el estanque de orquídeas y, a lo largo del estanque de orquídeas, había varios cálices arrastrándose, buscándolos con duda. Efectivamente, dijo que estaba en Sri Lanka. Al cabo de medio día, las ramas están bastante llenas. Muestra tus ojos cuando llores, los que les gusta escoger llegan tarde. Si no lo tocas por el viento, seguirás siendo un desconocido.
Entonces Xiaozhai, Xiaozhai, ponlo en una ventana luminosa. Cara a cara y cara a cara, cara a cara y cara a cara. Teniendo en cuenta que la escarcha es espesa y las hojas delgadas, las hojas solitarias y fragantes, y la sombra del viento presiona afuera, se siente frío y culpable. Es una intrincada piedra de jade cubierta con una pantalla de seda dorada. Aunque entro y salgo tranquilamente, seguiré escuchando tres sonidos de la cortina. ¿Quién hubiera pensado que la escena del anochecer después de que las siete flores florecieron durante cien días y se marchitaron, incluido Zhang? Es fría pero no tímida, el tallo es duro y feo. Los pétalos son recogidos, inmortales y la fragancia es ligera y deliciosa. Shang Biao le aportó su fuerza y la luna fría le añadió color. Queda un oído de primate para consolar esta vida sombría. No me siento abrumado ni afectuoso. Un breve análisis de la pureza y la soledad de la sopa. Confiando en el valle vacío para pensar, el órgano guarda silencio.
La canción dice así: Los gansos de otoño regresan al cielo y el río de otoño detiene sus olas. Duran no lo es, pero es muy fragante. El otoño es otoño, ¡qué azul será!