Aún queda un largo camino por recorrer, por lo que algunas cosas no conviene exponerlas. Nunca juzgues la felicidad de otra persona, incluso si esa persona parece sola e indefensa. La felicidad es como beber agua, entiéndelo.
Tú no eres yo, ¿cómo puedes saber el camino que he recorrido, la alegría y el dolor de mi corazón? No abuses demasiado de ti mismo. La vida es corta. Hay mucho para disfrutar, pero es limitado. Sé amable contigo mismo, sé amable con tu familia, sé amable con todo.
Cuando no puedas aguantar, recuerda decirte a ti mismo que aguantes un poco más. No importa qué tan mal esté tu humor, no rompas las reglas de tu vida. Come a tiempo y duerme a tiempo. Cada hoy se convertirá en un recuerdo del mañana, 1440 minutos. Haz lo que tengas que hacer, ve a las personas que quieres ver y come buena comida.
Sé optimista, sé positivo y sonríe. Afortunadamente y desafortunadamente, ambos son un tipo de sentimiento que no depende del estado de vida de una persona, sino de su mentalidad. Eso es lo que significa estar contento.
Para una persona que sólo duerme cinco horas al día, el insomnio es algo terrible. Nadie quiere viajar en la limusina con usted, pero lo que necesita es alguien dispuesto a viajar en el autobús con usted cuando la limusina se avería.
La verdadera madurez es hacer lo que hay que hacer en el momento adecuado, dejar que la naturaleza siga su curso, sin mirar hacia delante ni hacia atrás, ni mirar a nuestro alrededor, ni impacientarnos ni entrar en pánico. A veces Dios no te da lo que quieres, no porque no lo merezcas, sino porque mereces algo mejor. Aférrate a tus sueños, puedes volar incluso sin alas.