Soy un chico que no tiene mucha confianza. Siempre odié correr. Pero como todos sabemos, los estudiantes de noveno grado tienen que realizar exámenes de educación física. En ese momento sólo quería rendirme. Pero mis padres me animaron: "Todo es imposible" y "¡Puedes desafiarte a ti mismo!". Así que, con su apoyo, hice lo mejor que pude para correr y seguí corriendo. Cuando llegué a la meta, estaba orgulloso de mí mismo. Aunque no obtuve un buen resultado, sabía que había ganado. ¡Creé un milagro para mí y estoy orgulloso de mí mismo!
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Estoy orgulloso de mí mismo