Una de las razones por las que los manchúes se convirtieron en monarcas fue que tenían una forma de gobernar el país diferente a la del pueblo Han. Antes de la dinastía Qing, en la dinastía Ming, debido al duro sistema implementado por Zhu Yuanzhang y otros, la gente estaba en una situación desesperada y, debido a los impuestos excesivos y diversos impuestos, la vida era peor que la muerte. La dinastía perdió los fundamentos de su gobierno. Después de la caída de la dinastía Ming, se estableció la dinastía Qing. Los monarcas de la dinastía Qing eran manchúes, pero sus métodos de gobernar el país eran muy diferentes a los de la dinastía Ming. Bajo el gobierno de los manchúes de la dinastía Qing, la vida de la gente mejoró gradualmente y ya no pasaban hambre. La calidad de vida de la gente ha mejorado y el gobierno de la dinastía Qing tiene una base muy sólida.
La segunda razón por la que los manchúes se convirtieron en monarcas fue que el pueblo Han tenía muchos traidores. El representante más típico entre ellos es Wu Sangui. Wu Sangui era un chino Han, pero era un traidor a la dinastía Ming. Traicionó el gobierno de Zhu Yuanzhang y se rindió a los manchúes. Aunque era un traidor a los ojos del pueblo Han en la dinastía Ming, fue un funcionario meritorio de los manchúes en la dinastía Qing. Además de Wu Sangui, hubo muchos traidores Han. Fue precisamente gracias a estos traidores que el gobierno del pueblo Han fue eliminado gradualmente y el gobierno de los manchúes se estableció paso a paso.
En resumen, hay varias razones por las que los manchúes pudieron convertirse en monarcas. El primer punto es que el gobierno manchú no se basó principalmente en la tortura. Los manchúes rescataron al pueblo del cruel gobierno de la dinastía Ming, y el pueblo, naturalmente, reconoció a los manchúes como sus monarcas. Otra razón es que hay muchos traidores en la nacionalidad Han. Es precisamente debido a estos traidores que el gobierno de la nacionalidad Han está muriendo gradualmente.