1. La recopilación de pruebas es difícil. Es difícil obtener evidencia de los problemas del medio ambiente acuático, lo que requiere tecnología profesional y monitoreo e investigación a largo plazo. Como resultado, muchos fiscales han tenido dificultades para reunir pruebas.
2. Poder regulatorio insuficiente. La responsabilidad de supervisión de la protección del medio ambiente acuático involucra a múltiples departamentos, y los poderes y responsabilidades están relativamente dispersos, lo que resulta en una relativa falta de capacidades de supervisión cuando los órganos de fiscalía ejercen su poder de fiscalización.