Cuando el interés no se dirige al objeto de conocimiento, sino a una determinada actividad, este tipo de motivación se denomina afición, como por ejemplo la afición al deporte, la pintura, la caligrafía, etc. Los intereses y pasatiempos están asociados con las experiencias emocionales positivas de las personas. Cuando las personas realizan determinadas actividades con gran interés y adquieren determinados conocimientos, suelen experimentar emociones positivas como comodidad y satisfacción.
El interés cognitivo humano aparece muy temprano en el desarrollo individual, manifestándose inicialmente como la exploración del entorno por parte del individuo. Después de que nace un bebé, reaccionará con sorpresa y entusiasmo ante las cosas nuevas del entorno. Los niños mayores suelen mirar, tocar, sacudir, romper e incluso destruir juguetes nuevos. Es sobre la base de actividades de investigación dirigidas en los primeros años de vida de un individuo que se forman gradualmente los intereses y pasatiempos de las personas en cosas y actividades.