Los psicólogos realizan investigaciones básicas para describir, explicar, predecir e influir en la conducta. Los psicólogos aplicados tienen un quinto propósito: mejorar la calidad de vida humana. Estos objetivos forman la base de la psicología.
La investigación psicológica involucra muchos campos como la percepción, la cognición, la emoción, la personalidad, el comportamiento, las relaciones interpersonales y las relaciones sociales, así como muchas áreas de la vida diaria: familia, educación, salud, etc. Por un lado, la psicología intenta utilizar las operaciones cerebrales para explicar el comportamiento básico y las funciones psicológicas de los individuos. Al mismo tiempo, la psicología también intenta explicar el papel de las funciones psicológicas individuales en el comportamiento social y la motivación social; neurociencia, medicina, biología y otras ciencias, porque las funciones fisiológicas discutidas en estas ciencias afectan la mente del individuo.
La psicología no sólo ayuda a proporcionar explicaciones descriptivas de los fenómenos y comportamientos psicológicos, sino que también señala las leyes de generación, desarrollo y cambio de las actividades psicológicas. Las características psicológicas humanas son bastante estables, pero también tienen cierto grado de plasticidad. Por lo tanto, podemos predecir y ajustar nuestro comportamiento y el de los demás dentro de un cierto rango, y también podemos ajustar nuestro comportamiento cambiando factores internos y externos. En otras palabras, podemos hacer todo lo posible para eliminar los factores negativos y crear situaciones favorables para provocar comportamientos positivos en nosotros mismos y en los demás. Por ejemplo, cuando descubrimos que tenemos algunas malas cualidades y hábitos psicológicos, podemos utilizar las leyes de la actividad psicológica para descubrir los factores internos y externos que inducen estos comportamientos, crear activamente las condiciones para cambiar la influencia de estos factores y lograr la transformación de nuestros propios comportamientos. Por otro ejemplo, las recompensas y los castigos desempeñan un papel importante en el cultivo de buenos hábitos de los niños y en el uso del principio de reflejos condicionados para modificar los malos comportamientos de los niños.