El examen de ingreso a la escuela primaria es en unos días.

Que no cunda el pánico, que no cunda el pánico en este momento. Aún quedan cinco días. Personalmente te recomiendo que antes de acostarte, o en algún momento, puedas pensar tranquilamente y analizarte para ver dónde tienes defectos. Hablemos de matemáticas. ¿Existe algún problema, el hábito de no tomarlo en serio o es demasiado lento para comprobar el problema?

Debes analizar a fondo y entender lo que realmente necesitas, para poder prescribir el medicamento adecuado y revisarlo de forma específica.

Cuanto mayor es la crisis, más tranquilo se vuelve uno. Sólo así podremos ver la situación con claridad, reconocernos a nosotros mismos y comprender lo que realmente necesitamos.

Después de comprender las deficiencias, debemos aprovechar el tiempo y prescribir el medicamento adecuado.

Por ejemplo, cuando lees un libro, le preguntas a la gente.

Por ejemplo, si no hablas en serio, necesitas algunos métodos, como resaltar los puntos clave, leer la pregunta dos veces o hacer un borrador primero, etc.

Por ejemplo , es importante hacerlo lentamente y la velocidad es muy importante. La clave, especialmente a medida que creces, es que la velocidad determinará una gran parte de tu calificación en el examen. Si eres lento, entonces debes hacer las preguntas de manera específica. Si el problema no se puede resolver, abandone con decisión y termine la reunión primero. Recuerda esto.

Hay tres intenciones al presentarse a los exámenes: utilitarismo antes del examen, tranquilidad después del examen e indiferencia después del examen.

La utilidad es permitirle hacer todo lo posible para compensar sus deficiencias y revisarlas rápidamente.

Una mente tranquila puede olvidarse de otros pensamientos y centrarse en responder la pregunta. En general, tendrás más cuidado cuando esté tranquilo.

Indiferencia significa no preocuparse demasiado por los resultados. Después del examen, debes dejarlo y prepararte para la siguiente clase.

¡Vamos!