La bomba de rotor es una bomba centrífuga cuyo principio de funcionamiento se basa en la fuerza centrífuga y el movimiento de rotación. Consta de una carcasa fija y un rotor interior giratorio con una o más palas que giran libremente en la carcasa.
Cuando el rotor comienza a girar, el líquido es aspirado hacia el lado de succión del rotor y luego empujado hacia el lado de salida de la bomba a medida que el rotor gira. El espacio entre el rotor interior y la carcasa es muy pequeño, por lo que cuando se empuja líquido hacia el espacio entre el rotor y la carcasa, la fuerza centrífuga lo empuja hacia la salida de la bomba.
El rendimiento de una bomba de rotor depende del espacio entre su rotor interno y su carcasa, que debe controlarse con precisión para garantizar la máxima eficiencia. Si el espacio es demasiado pequeño, el líquido no podrá pasar a través de la bomba y si el espacio es demasiado grande, se filtrará líquido entre el rotor y la carcasa.
Las bombas de lóbulos rotativos son adecuadas para manipular líquidos de viscosidad baja a media, como aceites, productos químicos y alimentos. Se utilizan comúnmente en la industria y la fabricación, incluidas plantas químicas, refinerías y plantas de procesamiento de alimentos.