Maestro, eres tan amable
Maestro, eres muy bueno cultivando Xinwei.
Gracias a la cuidadosa instrucción del maestro, Xinwei se volvió ignorante.
Ahora que Xinwei es sensata, lava sus propios pañuelos y calcetines.
También puedo cantar, bailar, dibujar y contar historias.
Papá me elogió por ser educada y mamá dijo que era un buen bebé.
Maestra, maestra, gracias. Maestra, maestra, eres muy amable.
Maestro severo
Maestro, gracias por su arduo trabajo.
Son las semillas plantadas sin querer las que brotan en la brillante primavera.
Puedes ser uno de los seres comunes,
ordinario como una pequeña piedra bajo tus pies,
pero tienes intestinos, hígado y vesícula biliar calientes que han sido reducidos a cenizas.
No hay ningún escenario decorado con flores y sedas de colores,
Solo Aoxue no se arrepiente.
Maestro, gracias por su arduo trabajo.
Cuando el sol de ayer ya no sea tan joven como hoy,
Acabo de despertar de un sueño, la vida no será fácil.
Tienes razón.
No podemos desperdiciar nuestra orgullosa juventud.
Tu corazón es un valle de flores,
A medida que se acerca la temporada de cosecha, voy en busca de almas atrapadas en el atolladero.
El amor se derrite en el corazón de los niños
Siempre que los niños entran al parque, tú siempre eres el primero en llegar.
Saluda a tus hijos con una sonrisa y dales alegría.
Siempre que los niños están en clase, siempre les inculcas.
Inspira con paciencia a los niños y enséñales conocimientos.
Siempre que los niños comen, siempre te esfuerzas mucho.
Cuida bien de tus hijos y preocúpate por su crecimiento.
Siempre que el niño descansa, usted siempre se sienta delante de la cama durante un buen rato.
Cuida bien de tus hijos y mantenlos seguros.
Siempre que tus hijos tengan actividades, tú siempre tomas la iniciativa y les das el ejemplo.
Anima a tus hijos con el corazón y mantenlos sanos.
Siempre que el niño está confundido, siempre te esfuerzas mucho.
Ayuda a los niños de todo corazón e ilumina sus mentes.
Cada vez que tus hijos encuentran contratiempos, tú siempre inspiras su potencial.
Afronta a tus hijos con sinceridad y potencia su confianza.
Siempre que tu hijo hace algo mal, siempre tienes claras las recompensas y los castigos.
Educar atentamente a los niños y enseñarles a asumir responsabilidades.
Siempre que tus hijos logran algo, siempre los elogias.
Elogia a tus hijos con sinceridad y cultiva su confianza en sí mismos.
Siempre que los niños llegan a casa, tú siempre eres el último en salir.
No dejes de alejar a tus hijos, dales apego.
El amor se nutre y se difunde, tal como las semillas sembradas en el corazón de los niños.
Echa raíces y brota, una hoja es moralidad, la otra es sabiduría.
Bajo el riego del amor, crecerá vigorosamente.
Florecerá. flores de colores y dan frutos.