En la antigua China, a las amas de casa se les llamaba "sirvientes". Suelen ser la persona más capaz y experimentada de la familia y son responsables de administrar los bienes y los asuntos cotidianos de la familia. En las familias aristocráticas, un mayordomo solía ser un puesto muy respetado que les exigía demostrar habilidades de gestión superiores y cualidades como lealtad, honestidad y diligencia.
En Inglaterra, los mayordomos alguna vez fueron un miembro indispensable de las familias aristocráticas. Conocidos como "diáconos", son responsables de administrar los bienes y los asuntos diarios de la familia, y también son los intermediarios entre los miembros de la familia. Los diáconos deben poseer una variedad de habilidades, como administración de propiedades, cocina, etiqueta de servicio, habilidades de negociación, etc.
En general, los mayordomos son una profesión muy importante en la historia. Proporcionan importantes servicios y apoyo a familias y nobles. Aunque los títulos de los mayordomos pueden variar en diferentes períodos históricos y regiones, sus responsabilidades y funciones son en gran medida similares.