Algunas personas dicen que el control de seguridad es un trabajo sencillo que cualquiera puede hacer, pero sólo aquellos que realmente lo hacen pueden apreciar la gloria y las dificultades del control de seguridad y saborear los altibajos. El trabajo de seguridad es "duro", no sólo debido a las tormentas de nieve y el calor abrasador año tras año, sino también a la contaminación acústica y los gases de escape sofocantes de los automóviles día y noche. La "dificultad" en la inspección de seguridad no es sólo la renuencia del conductor a persuadir a los productos químicos peligrosos; que se les devuelva comprensión, falta de cooperación y diversas contradicciones en el trabajo de persuadir a las personas a regresar. Durante el Año Nuevo y las fiestas, todo el mundo ríe y ríe. Es un momento para disfrutar de la calidez de la familia. Pero nos mantenemos alejados de nuestros padres, esposas, hijos, parientes y amigos, y nos atenemos a nuestros puestos en silencio. Sólo nosotros podemos comprender el aislamiento, la soledad y la culpa que sentimos hacia nuestra familia. Nuestro personal de seguridad inspecciona 3.000 vehículos cada día. ¿Un año, tres años, cinco años? ¡De esta manera, con sudor, perseverancia y dedicación, se graba la creencia de “servir al pueblo”! Como inspector de seguridad, asumimos la responsabilidad y la misión de proteger el flujo seguro y fluido de las carreteras y garantizar la seguridad de la vida y la propiedad de las personas. Ante las dificultades, los puntos críticos y las dificultades de la inspección de seguridad, no temimos ni retrocedimos, sino que exploramos juntos activamente, avanzamos con valentía, superamos las dificultades y logramos una victoria tras otra en la gestión de la inspección de seguridad.
Como inspectores de seguridad, sufrimos más que Huang Lian. Cuántos días de viento, desafiamos el calor abrasador y el frío severo, y completamos viaje tras viaje con la carrera a la que dedicamos nuestras vidas, cuántos días felices, día tras día, año tras año, trajimos la cosecha y la cosecha de nuestro trabajo; con nosotros El resultado es la risa una y otra vez. En ese momento comprendimos el valor de cumplir con nuestras responsabilidades y sentimos profundamente la necesidad y el reconocimiento de nosotros por parte del país, la sociedad y el pueblo. Con este fin, debemos usar la gratitud para diluir los estrechos resentimientos en nuestros corazones, usar una actitud más positiva para valorar y amar este trabajo, dejar que la gratitud permanezca en nuestros corazones y luego ganar motivación para seguir adelante. Dado que consideramos el transporte como una carrera en la vida, debemos devolver nuestros ideales, creencias, juventud y talentos a esta elección solemne sin reservas, y practicar las responsabilidades y misiones que nos han confiado la patria y el pueblo con un corazón agradecido.