Al final de cada hueso, hay una capa de cartílago que lo rodea. Estos tejidos cartilaginosos previenen la fricción y el impacto entre los huesos.
Desde la década de 1990, la aparición de la ingeniería de tejido cartilaginoso ha permitido a los humanos construir cartílago hialino in vivo e in vitro a través de medios artificiales, proporcionando un método prometedor para reparar defectos del cartílago articular. La ingeniería del tejido cartilaginoso es una ciencia de vanguardia que combina la ingeniería con la biomedicina, especialmente la biología celular, e involucra tres elementos básicos: células, materiales de soporte y un entorno de desarrollo que incluye varios factores de crecimiento. Vacanti et al. en 1988 utilizaron ácido poliglicólico (PGA) y ácido poliláctico (PLA) como andamios para implantar condrocitos debajo de la piel de ratones desnudos para cultivo in vivo. Después de 28 días, se encontró tejido parecido al cartílago. En 1997, Cao et al. utilizaron como modelo la aurícula de un niño de 3 años. Utilizaron una malla no tejida de PGA recubierta de ácido poliláctico para hacer un andamio con forma de oreja humana, inocularon condrocitos y los cultivaron in vitro. durante 1 semana y lo implantó debajo de la piel de ratones desnudos. Después de 12 semanas, la muestra extraída era cartílago de oreja humana, que se confirmó que era tejido de cartílago mediante examen histológico. El éxito de este experimento marca la creciente madurez de la tecnología de ingeniería de tejidos para cartílago artificial prefabricado. Aunque la investigación sobre la ingeniería del tejido cartilaginoso aún se encuentra en la etapa experimental in vitro e in vivo, y aún queda un largo camino por recorrer antes de una aplicación clínica efectiva, su velocidad de desarrollo y las perspectivas de aplicación clínica han atraído una atención generalizada.