En segundo lugar, expresa el contenido del discurso con fluidez, no lo memorices de memoria y habla con naturalidad.
El último paso es la preparación para las preguntas de los jueces. No sólo debes conocer a fondo el contenido de tu discurso, sino que también debes considerar plenamente la extensión del contenido y hacer los preparativos adecuados.
Mis compañeros son todos muy buenos, ¡creo que tú debes ser muy bueno!
¡Lo más importante es tener confianza en ti mismo! ¡vamos!