En los últimos cien años, los desastres naturales han ocurrido con frecuencia, como inundaciones, sequías, deslizamientos de tierra, terremotos, tsunamis, terremotos, tormentas y la extensión de nuevos desiertos. Estos desastres se han cobrado millones de vidas, destruido innumerables hogares y destruido innumerables tierras fértiles.
Ahora cada vez más personas se dan cuenta de que estos desastres tienen mucho que ver con lo que le hacemos a la tierra. Hemos talado demasiados árboles en los bosques, hemos contaminado gravemente el medio ambiente y hemos sacudido nuestros hogares con poderosas explosiones de bombas nucleares una y otra vez. Como resultado, el clima se vuelve anormal, el agua de lluvia corre furiosamente por las laderas y la energía subterránea se eleva para vengarse de nosotros.
La tierra es nuestro único hogar. Necesitamos urgentemente dejar de destruirlo y hacer todo lo posible para protegerlo y convertirlo en un lugar encantador para vivir porque no tenemos adónde ir y sobrevivir excepto donde estamos ahora.