Del artículo "Oaks on the Road":
La gente planea construir una carretera entre dos grandes ciudades de norte a sur. El camino será ancho, llano y hermoso.
La construcción de la carretera ha comenzado. Un día, los trabajadores llegaron al campo donde había un pequeño arbusto. El ingeniero indicó dónde se construiría la futura carretera y los trabajadores enterraron los tubos de drenaje en el suelo.
De repente, los trabajadores se detuvieron y colocaron la tubería de drenaje en el suelo. Donde debería haber ido el camino, había un alto roble. Es tan espeso, fuerte y erguido, como un centinela en la pradera.
El ingeniero se acercó a los trabajadores. No les dijo nada. Los trabajadores también guardaron silencio. El ingeniero miró detenidamente los planos de la carretera, luego volvió la mirada hacia los robles y suspiró. Los trabajadores también suspiraron profundamente.
"El plan [hu4] no se puede modificar." Dijo el ingeniero.
"Los robles tampoco se pueden talar", dijeron los trabajadores.
El ingeniero sacó una cuña, se alejó 100 metros del roble y clavó la cuña en el suelo. "Nadie nos culpará ahora", dijo en voz baja.
Unos años más tarde, una amplia carretera asfaltada se extendía de norte a sur. Es tan recto como una flecha, pero solo se curva en forma de herradura en un lugar.
Las personas que pasaron por aquí elogiaron unánimemente: "La gente que construyó esta carretera debe tener un corazón noble".